Performa Rutas 1998, Mexico


DECLARACION DEL ARTISTA

Esta memoria de fuego grabada es una metáfora de mis múltiples identidades en constante movimiento. Es una experiencia que decanta mi anagrama sígnico, una marca de mi memoria grabada. Su dibujo anda los caminos, los mapas y zonas en constante migración. Pervive dentro y fuera del molde que las creo y las re-significa. Estos mapas y zonas son disparados a modo de sampleó palinséstico, su senda está en éxtasis y la conduce el piloto que de construye su discurso. Esta memoria aspira a convertirse a ser escenificada en ritual (performance), su existencia es devota al color y a la mancha. La composición de su fragmento, constituye el umbral que reactiva su símbolo.

Aquí en su realidad el símbolo es re-significado y llevado a un espacio lúdico; este espacio es el origen donde su senda es redirigida para convertirse en impresión de luz; lugar en donde los crucigramas son transformados en múltiples posibilidades decodificando su símbolo. Este performa quiere la subversión de la impresión. El ritual que aspira a incinerarse a sí mismo oponiéndose a su repetición. Esta memoria de fuego se reafirma a si misma fuera de la ley de causa y efecto. Esta recolección hibrida de súper-imposición de placas de madera, reanima los diferentes ataques que denuncian su nueva arqueología del discurso mimético que las redefine. Son pues una noesis representada en papel. Estas ansias exhaustivas se mueven de atrás para adelante desde su contemporaneidad hasta su pasado inmediato. Resurgen en un conocimiento local y extranjero, transformando su pensar de toda una manera distinta de estructurar el análisis de su cordón umbilical, lugar desde donde fueron originadas. Su ritmo es gráfico sincopado y se mueve con la mano y el ojo como un complemento estético. Su causa mayor es llegar al vacío (Saturi meditación), hasta la destrucción plena de sus símbolos.

Esta memoria no intenta el barroco simbólico pero si el vacío del signo. Habla por los mapas en intersticio de forma y contenido. Esta memoria no busca la metafísica del conocimiento, pero si la intrincada posibilidad de la mutación. Esta verdadera e intensa corriente sanguínea de carne y hueso gráfica, es una metáforma de revolución. Esto es un acto de asimilación. Esta es la verdadera base de mi inmediata percepción. Esta memoria ésta hecha de tintas húmedas en perspectiva, estas son metonimias de maderas grabadas en  fuego. Estos grabados sisíficos intentan abrir la conciencia del ojo que las ve.  El corazón verdadero de su senda es asimilar la guerra florida, el flor y canto del Xochipilli. El objetivo de esta memoria lúbrica del ojo en la mano, es mover la gubia y la brocha hacia una dirección espiritual inspirado en el binomio de amor y muerte. Su eminente reflexión es la nación ideo gramática de mi alma, el reto de mi andar gráfico.

 


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